domingo, 3 de abril de 2011

MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com

Un saco de plumas

Cuentan que una vez hubo un hombre, que roído por la envidia ante los éxitos de un amigo, le calumnio grandemente. Tiempo después se arrepintió de la ruina que había ocasionado a su amigo con las calumnias, y fue a confesarse.

Ya una vez en el confesionario y después de haber confesado su pecado, le pregunto al sacerdote: “¿Cómo puedo reparar todo el mal que he hecho a mi amigo? ¿Qué puedo hacer?”. A lo que el sacerdote le respondió: “Toma un saco lleno de plumas y suéltalas por donde quiera que vayas. Y una vez que lo hayas hecho, vuelve. Y que Dios te acompañe”.

El hombre, muy contento ante aquel mandato tan fácil, salió rápido fuera de la Ciudad en busca de una granja, y una vez que hubo conseguido el saco lleno de plumas, regresó a ella, y sin esperar ni un minuto más, empezó a pasearse por las calles lanzando al aire, en todas la direcciones, las plumas que llevaba en el saco. Y una vez que lo hubo vaciado del todo, volvió a la iglesia en busca del sacerdote con el que se había confesado y lleno de satisfacción le dijo: “Padre: ya he hecho lo que me mandó esta mañana”.

Pero el sacerdote le dijo: “No hijo, esa es la parte más fácil.Ahora debes volver a las mismas calles en que las soltaste, e ir recogiéndolas una por una, hasta que vuelvas a tener el saco lleno, y vuelve a verme. Que Dios te acompañe”.

El hombre se sintió muy triste, pues sabía que lo eso significaba. Y por más empeño que puso no pudo juntar casi ninguna.

Al volver, el sacerdote le dijo: "Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".

"Cometer errores es de humanos y de sabios pedir perdón".